Debo Aceptar que por mis venas corre sangre azul, y no precisamente porque sea un noble caballero, y mucho menos porque sea un príncipe, sino porque desde que tengo uso de razón futbolística, el equipo de mis amores ha sido el Cruz Azul, sin embargo muchos aficionados como yo, a este glorioso equipo, estarán de acuerdo conmigo en que es vergonzoso ver la apatía con la que el equipo sale a jugar, situación que no fue diferente en este partido de final en el que visito al Atlante en el partido de vuelta, el resultado como era de esperarse un empate con sabor a derrota para toda la afición Azul.
La llegada del Potro a la ciudad de Cancún, provoco un fenómeno que ha ido cobrando adeptos y cada vez más, me refiero a que poco a poco, aficionados de otros equipos, han adoptado al Atlante como su equipo propio, dividiendo un poco el corazón. Este equipo, en su corta estancia en Cancún, ha jugado 2 finales y las 2 las ha ganado, como dijera el célebre canto de los pumas, como no te voy a querer? Si las carencias del equipo de mis amores son compensadas con las victorias que regalas a la afición de Cancún.
Esta noche, los asistentes al Estadio Olímpico Andrés Quintana Roo, vieron un escenario por demás lamentable para el Cruz Azul. El partido inicio con muchas faltas cometidas, sobre todo por el equipo visitante, quien ante lo inoperante de la estrategia de su nuevo entrenador Robert Dante Siboldi, se limito a cortar cualquier cantidad de avances del equipo local, ante la mirada indiferente del árbitro Central Benito Armando Archundia. Después de varias faltas cometidas por ambos equipos, y ante el temor de que el partido se le escapara de las manos, el silbante empezó a repartir tarjetas incluso por faltas que no la ameritaban.
Para el segundo tiempo, y después de realizar algunos Cambios, el Cruz Azul pareció tomar las riendas del partido, el ingreso de Cesar Villaluz le dio más profundidad y llegada al ataque de la maquina, al grado de que la defensa por momentos fue exigida al máximo y de no ser por las grandes atajadas de Federico Vilar, el marcador se hubiera abierto a favor del visitante. Ya para los últimos minutos del encuentro y con la pesada losa de 2 goles en contra, el equipo visitante pareció conformarse con el empate y dejo transcurrir los minutos.
Después de los 3 minutos agregados en el segundo tiempo y sin nada importante sucediera, el arbitro central pito el final del encuentro y desato la locura en el Adres Quintana Roo, Los potros corrieron al centro del campo a festejar el triunfo en el marcador global y con ello el boleto al mundial de clubes a celebrarse el próximo mes de diciembre.
El Equipo Atlante empato a ceros este partido, pero el marcador global de 2 - 0 lo favorece y por lo tanto es el nuevo campeon de la Liga de Campeones de la Concacaf.
Acompaño a esta entrada una galería fotográfica de los momentos más emotivos del encuentro y del festejo al término del partido.
Felicidades Atlante, esta vez, fuiste Mejor!!! Nos vemos en Dubái.
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