Atlante - Puebla 21 Marzo 2009
Agustín Cuevas | MEDIOTIEMPO
Estadio A. Quintana Roo, 21 de Marzo de 2009 ante buena entrada
La Franja suma 7 juegos sin perder
Si Necaxa gana todos sus juegos, Puebla sólo necesita 6 para salvarse
Altante prácticamente dijo adiós a la Liguilla
Parece inevitable que el Puebla se salve. La noche de este sábado, los pupilos de José Luis Sánchez Solá se metieron al Andrés Quintana Roo y salieron con los tres puntos en el bolsillo tras vencer por la mínima diferencia al Atlante.
El partido, correspondiente a la Jornada 11 del Clausura 2009, tuvo momentos de poco futbol, sobre todo en el primer tiempo, pero cuando se lo propuso, el conjunto de La Franja se adelantó en el marcador gracias a un gol de Álvaro González al minuto 50. Por su parte, los Potros no supieron cómo enfrentar a un equipo que los superó en intensidad y entrega sobre la cancha.
Gracias a este importante triunfo, y de seguir las cosas como va, el Puebla pronto podrá celebrar la permanencia en el máximo circuito. De hecho, si el Necaxa lograra ganar todos los partidos que le restan, el Puebla sólo necesitaría 6 puntos más para asegurar un lugar een Primera División un año más. En contraparte, la derrota alejó al Atlante de una posible clasificación, ya que se quedó en el cuarto lugar del Grupo Uno con apenas 11 puntos.
EL PARTIDO
La primera parte de este encuentro se destacó por la falta de jugadas de peligro en las áreas. La postura de los Potros fue la misma de siempre, ir al frente y buscar la meta rival, pero los de La Franja se encargaron de enfriar los ímpetus del local a base de un gran juego defensivo.
Marcando furiosamente en cada sector del campo, el Puebla nulificó por completo a los atacantes equinos. Acosta se adelantó a Pereyra y Rey en cada pase, Davino cortó por arriba todo lo que había que cortar, los laterales, por ambos costados, recorrían una y otra vez sus bandas, cubriendo gran cantidad de terreno. La entrega y coraje del cuadro camotero superaba sin problemas la falta de ideas del Potro, que pronto cayó en una desesperante inoperancia.
La postura del conjunto visitante era comprensible, pues en cada partido está en juego la permanencia en la Primera División, pero este planteamiento poco favoreció al espectáculo. Las jugadas de gol fueron escasas en la primera mitad y los porteros se convirtieron en espectadores del juego. De hecho, habían pasado 45 minutos de juego y sólo se alcanzaban a contabilizar 2 tiros a gol en total, uno de cada equipo en el campo.
El segundo lapso tuvo un inicio prometedor, con un Puebla mucho más tirado al frente en busca del triunfo. Dos tiros, uno muy desviado de Pérez y otro que pasó cerca del 'Bola' se dieron en los primeros minutos del complemento. El de González sorprendió a Vilar y provocó que el portero se lanzara sin tocarla. Poco después, al 48', Giancarlo se metió por derecha al área poblana y ya con poco ángulo sacó un disparo que Villalpando atajó con el pecho. En apenas 3 minutos, ambos equipos superaron la cantidad de tiros a gol que lograron en el primer tiempo.
Y al minuto 50, la promesa de más ataque por parte del visitante se materializó en el primer tanto del juego. Parecía que Núñez había cobrado mal un tiro libre que no tomó altura y perdía fuerza conforme se acercaba a las manos de Vilar, pero cuando el esférico llegó al área chica apareció Álvaro "Bola" González, quien se adelantó al arquero argentino y la mandó al fondo de las redes.
La respuesta del Atlante no se hizo esperar. El cuadro de Cancún intentó abrumar a la zaga visitante, trató de no dejarlos respirar con tranquilidad cerca de su área, pero esto nunca sucedió. Con paciencia e inteligencia, los camoteros no se dejaron presionar y lograron que los embates atlantistas terminaran antes de volverse peligrosos.
Pero también es importante la suerte para ganar, y si alguien no lo cree, debería preguntarle al arquero Villalpando, quien vio cómo el triunfo se esfumaba al 92', luego de un cabezazo de Martínez que iba sin remedio al ángulo derecho de su arco. El empate ya se cantaba y varios poblanos parecían resignados, pero caprichosamente el balón se estrelló en el poste para luego perderse por la línea final.
EL ARBITRAJE
Ricardo Arellano tuvo una buen trabajo en Cancún. Tal vez la única dificultad que representó este duelo fue entre los minuto 60 y 70 del mismo, cuando Puebla intensificó la marca y cometió algunas faltas innecesarias que parecían para amarilla. Sin embargo, el silbante no se volvió loco con las tarjetas, lo que provocó que el partido terminara sin incidentes.
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