Niños Virtuosos del Cáucaso
De pie, el público de Cancún despidió a los Niños Virtuosos del Cáucaso, luego de ejecutar 20 coreografías en dos actos, inspiradas en los bailes tradicionales de aquella región, cuya principal característica es la ejecución de saltos y giros acrobáticos como parte de las danzas de respeto y cortejo a la mujer, espectáculo que dejó boquiabierto al público por la precisión y belleza de los movimientos.
Aunque el Teatro de Cancún la única presentación de este jueves no fue lleno total, la asistencia conformada por una buena parte de niños y padres de familia, disfrutó al máximo del espectáculo y quienes admiraron extasiados el folclor y las acrobacias que mantuvieron el respiro contenido y el cuerpo al filo de la butaca.
Los asistentes se sorprendieron por la sincronía de los de cada acto, la belleza del vestuario y la entrega de estos niños orgullosos de su cultura.
Bailes en el que las niñas parecían flotar entre vaporosos atuendos, largas trenzas y la cabeza entre velos o coronas.
El Cáucaso es una zona compuesta por Armenia, Chechenia y Georgia; los niños representan a guerreros que ejecutan bailes frenéticos con trajes inspirados en murales que se encuentran en un antiguo templo de Georgia, perteneciente a la época de Santa Tamara 1184-1213.
Caminan sobre la punta de los pies con botas de cuero, clavan cuchillos en el piso, celebran sus batallas, cabalgan sobre caballos imaginarios y demuestran sus habilidades al centro de un círculo, mientras suena la música a ritmo de dos acordeones, flauta y tambores en vivo.
Las niñas, que suman 10 del grupo de 39 artistas, representan la fragilidad y la belleza con sus hermosos trajes cubiertos de pedrería.
No hizo falta escenografía, sus bailes ocuparon todo el campo visual, sólo cambiaba el color de las luces que se conjugaban con el atuendo y así durante dos horas dejaron perplejo al respetable público.
Las niñas con movimientos suaves se deslizaban rítmicamente sobre el escenario, en cambio los niños que sumaron 29, desbordaron la energía, la batalla dancística celebrada en semicírculo, en el que alguno giraba velozmente sobre sus rodillas, otro más saltaba con las piernas dobladas, otro desafiaba la fuerza de sus puntas saltando sobre ellas, otro giraba y giraba sobre el escenario hasta que el conjunto de niñas y niños bailaron acompasados ataviados con contrastante vestuario rojo y negro en el que se dio fin al hermoso espectáculo y la enorme ovación de la asistencia. También demostraron -un par de ellos-, su talento con la flauta.
Al final muchos de los niños y mayores se tomaron fotos con los niños virtuosos y compraron los videos de sus presentaciones.
Fuente.- El Periodico de Quintana Roo
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